El tiempo pasa, incesante y veloz
Llevándose lo que fuimos un día
Y dejando solo recuerdos y ecos
En el vasto mar de la vida.
Los días se van como arena en la mano
Y las horas se deslizan como el agua
Los meses se convierten en años sin piedad
Y la juventud se esfuma como el humo.
Pero aunque el tiempo sea implacable
Y nos robe lo que más queremos
Nos deja un tesoro inapreciable
Los recuerdos que en nuestro corazón se alojan.
Recuerdos de risas y de lágrimas
De amores que florecieron y de amistades sinceras
De momentos que se grabaron en nuestra memoria
Y nos acompañan en la travesía de la vida.
Así que cuando el tiempo nos haga dudar
Y nos hace temblar ante el futuro incierto
Miremos hacia atrás y nos detengamos un momento
Para saborear los recuerdos y sonreír con gratitud.
Porque aunque el tiempo nos robe la juventud
Y nos quite lo que más amamos
Nos deja una riqueza invaluable
Los recuerdos que nunca podrá quitar.
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