Odio la lluvia.
Detesto los adioses.
Hubo un tiempo en el me embaucaron sin descanso.
Las mentiras siempre acechan.
Nada impide que siga creyendo en el amor.
Odio la lluvia.
Odio la lluvia.
Detesto los adioses.
Hubo un tiempo en el me embaucaron sin descanso.
Las mentiras siempre acechan.
Nada impide que siga creyendo en el amor.
Odio la lluvia.
Los amores distancia tras un cristal.
Son demasiado fríos para mí.
No importa cuanto tiempo pase.
Amar tras un cristal es una cárcel no deseada.
Los amores de cristal no son compatibles conmigo.
Los buenos tiempos ya no volverán.
Los días en los que todo estaba por descubrir.
Los meses de verano sin reloj.
No creo que vuelvas.
En la oscuridad de mi alma perdida,
se desvanecen los sueños y la esperanza,
un abismo profundo que me convida,
a sumergirme en la desesperanza.
Las lágrimas caen sin cesar,
como gotas de lluvia en un mar de dolor,
la tristeza me envuelve sin cesar,
y la desesperanza se apodera de mi interior.
Los días se vuelven grises y fríos,
la luz se desvanece en el horizonte,
la fe se desmorona, se rompen los hilos,
y mi corazón se hunde en el desmonte.
Pero en la oscuridad más profunda,
aún queda una pequeña chispa de luz,
una esperanza que nunca se inunda,
y que me impulsa a seguir, a no rendirme nunca más.
En la oscuridad de la ausencia y el desamor,
mi corazón se desgarra sin ningún resplandor.
El vacío se hace presente en cada latido,
y el eco de tu ausencia se vuelve mi abrigo.
Las palabras se desvanecen en el silencio,
y el dolor se instala como un cruel tormento.
El amor que una vez floreció con fulgor,
se marchita lentamente, sin ningún color.
Las lágrimas se convierten en compañeras fieles,
testigos mudos de los sueños rotos y crueles.
La soledad se adueña de mis días y mis noches,
y el desamor se convierte en mi única derroche.
Pero en medio de la tristeza y la desolación,
encuentro fuerzas para sanar mi corazón.
Aprendo a amarme en medio de la adversidad,
y a encontrar la paz en mi propia soledad.
El desamor no define mi valía ni mi ser,
y la ausencia no podrá hacerme perecer.
Soy más fuerte de lo que creía ser capaz,
y en mi propio amor, encuentro mi paz.
Los días pasan en silencio.
Los relojes se han detenido.
Los calendarios no tienen sentido.
No tengo palabras.
No quedan lágrimas.
El vacío de la entrega.
No me quedan fuerzas.
La luz se apagó.
Cansado de ser gris. Casado de esperar. Cansado de todo.