Me pregunto cuantos nombres tienes.
Cuantas caras usas.
Me pregunto por qué mentir a gente que te hablaba con educación.
Me pregunto para qué usar un nombre que no era el tuyo.
Esperabas que la gente creyera en ti.
Me pregunto si realmente no eras más que un hombre jugando a ser mujer para pasar el rato.
Siempre con las palabras, lealtad y discreción en tus escritos.
Una mentira más de las muchas que te encuentras en la red.
Bonita frase la de nunca abandono a mis amigos.
Hubo quien confió en ti de buen corazón.
Me pregunto si realmente existirás.
Tú que ibas de religiosa...
Mentir está mal visto a los ojos de dios, salvo que sea para escapar de un malvado.
La de misa dominical...
Resulto ser irreal.
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