Qué más da su vida.
Sus días son una rueda continua.
Los obstáculos siempre están ahí.
Tampoco le echarán de menos cuando se vaya.
Los buenos tiempos quedaron atrás.
Qué más da su vida.
Sus días son una rueda continua.
Los obstáculos siempre están ahí.
Tampoco le echarán de menos cuando se vaya.
Los buenos tiempos quedaron atrás.
En la oscuridad de mi alma perdida,
se desvanecen los sueños y la esperanza,
un abismo profundo que me convida,
a sumergirme en la desesperanza.
Las lágrimas caen sin cesar,
como gotas de lluvia en un mar de dolor,
la tristeza me envuelve sin cesar,
y la desesperanza se apodera de mi interior.
Los días se vuelven grises y fríos,
la luz se desvanece en el horizonte,
la fe se desmorona, se rompen los hilos,
y mi corazón se hunde en el desmonte.
Pero en la oscuridad más profunda,
aún queda una pequeña chispa de luz,
una esperanza que nunca se inunda,
y que me impulsa a seguir, a no rendirme nunca más.
Años llenos de palabras.
Años plagados de adioses.
La vida solo es un cúmulo de despedidas.
El tiempo avanza sin detenerse,
dejando huellas en el camino,
recuerdos que parecen desvanecerse,
nostalgia que se cuela en el destino.
Cada instante se vuelve un recuerdo,
un suspiro que se escapa al viento,
la añoranza se hace dueña del tiempo,
y el pasado se vuelve un lamento.
Pero en cada arruga y en cada línea,
se esconde la historia de lo vivido,
cada experiencia, cada alegría,
en el corazón siempre ha sido sentido.
Así que abraza el presente con fuerza,
y guarda los momentos con amor,
porque la nostalgia no es tristeza,
si no un recordatorio del valor.
En el vasto universo de mis sentimientos,
donde las estrellas brillan con intensidad,
tu amor se ha convertido en mi alimento,
mi razón de ser, mi eterna felicidad.
Eres la melodía que acaricia mi alma,
la luz que ilumina mi oscuro camino,
cada palabra tuya es una dulce calma,
que me envuelve y me hace sentir divino.
Tu sonrisa es un rayo de sol en mi ser,
que despierta emociones que no puedo explicar,
cada caricia tuya es un suspiro al amanecer,
un abrazo que me hace volar y soñar.
Eres el refugio en mis días de tormenta,
la fuerza que me impulsa a seguir adelante,
juntos construimos una historia lenta,
donde el amor es el protagonista constante.
En cada latido de mi corazón te siento,
como un eco que resuena en mi ser,
nuestro amor es un fuego que no se apaga en el viento,
una conexión eterna que me hace renacer.
Siempre ansío tener buena suerte.