No fui capaz de decirte adiós.
No fui capaz de olvidarte.
Decidí escribirte sabiendo que jamás me leerás.
No importa que me dijeras que idealizo el amor.
Es mejor recordarte que llorar en un rincón por un amor que
no fue.
En mi regazo estás. Hazme ronronear con tus lamidas. Calidez del hogar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.