Se convirtió en su amor inalcanzable de mirada y nombre inolvidable.
Su voz quedó pegada a su corazón.
Se convirtió en su amor inalcanzable de mirada y nombre inolvidable.
Su voz quedó pegada a su corazón.
Otros brazos le abrazarían en las noches de lluvia.
Era su pretexto para escribir, aunque nunca amanecería en sus brazos como había soñado tantas veces.
Le agrada mirar su sonrisa.
Dejarse llevar por su misterio.
Era feliz escribiendo para ella, aunque sabía que nunca se lo podría decir mirándola a los ojos.
Solo conocía su nombre.
Su mirada azul como el mar le transmitía calma.
Sabía que nunca la abrazaría.
Se convirtió en su amor platónico.
Siempre ansío tener buena suerte.