Un día te das cuenta de que todo es pasajero.
Que nada es para siempre.
Busco el amor con ahínco.
Solo encontró silencio.
Su juventud voló como lo hacen los sueños.
Todos los besos duermen en un cajón.
Las cartas de amor se quemaron en invierno.
Solo busco el camino del amor, en su lugar se topó con el muro del silencio.
Un día te diste cuenta de que todo era pasajero.
Un día te diste cuenta de que todo tiene fecha de caducidad.
No me lloréis cuando me vaya.
No me es necesario que habléis bien de mí.
No soy más que un ángel caído en desgracia.
No me echarais de menos cuando me vaya.
Las palabras se las llevo el tiempo.
La sonrisa se volvió rutina.
Los silencios pesan poco.
Las noches son mi camino hacia ti.
Los abrazos tienen horas de caducidad.
En la alborada desaparecerás.
Me quedaré nadado en el mar de tus ojos.
Siempre ansío tener buena suerte.