Las palabras se las llevo el tiempo.
La sonrisa se volvió rutina.
Los silencios pesan poco.
Las noches son mi camino hacia ti.
Los abrazos tienen horas de caducidad.
En la alborada desaparecerás.
Me quedaré nadado en el mar de tus ojos.
Tu mirada es paz, refugio de mis tormentas, hogar sin final.
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