La luz de tus ojos guía mi camino
El dulce recuerdo de tus palabras de aliento vive en mí.
Es la reina de mi corazón.
La dueña de mis requiebros.
La protagonista de mis sueños.
La reina de mi corazón.
Me acostumbré a tu voz.
Me acostumbré al mar de tu mirada.
Me acostumbré a recordarte en los días tristes.
Eres capaz de hacerme sonreír.
Aunque no estés cerca.
Las caricias de tu voz dan vida a mi corazón.
No quiero usar palabras complicadas.
No quiero usar palabras extrañas.
No quiero usar palabras rebuscadas.
No quiero ideas ordenadas.
Solo quiero hablarte con el corazón.
Decidió vivir en automatico.