Me acostumbré a tu voz.
Me acostumbré al mar de tu mirada.
Me acostumbré a recordarte en los días tristes.
Eres capaz de hacerme sonreír.
Aunque no estés cerca.
Las caricias de tu voz dan vida a mi corazón.
En mi regazo estás. Hazme ronronear con tus lamidas. Calidez del hogar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.