Me acostumbré a tu voz.
Me acostumbré al mar de tu mirada.
Me acostumbré a recordarte en los días tristes.
Eres capaz de hacerme sonreír.
Aunque no estés cerca.
Las caricias de tu voz dan vida a mi corazón.
Me acostumbré a tu voz.
Me acostumbré al mar de tu mirada.
Me acostumbré a recordarte en los días tristes.
Eres capaz de hacerme sonreír.
Aunque no estés cerca.
Las caricias de tu voz dan vida a mi corazón.
No quiero usar palabras complicadas.
No quiero usar palabras extrañas.
No quiero usar palabras rebuscadas.
No quiero ideas ordenadas.
Solo quiero hablarte con el corazón.
Su recuerdo preside mis noches.
Su mirada inspira dulces palabras.
Su silencio es una herida en el alma.
Su sonrisa una vitamina en los días grises.
Ella es libre como el mar.
Indomable como las olas.
Imprevisible como una tempestad.
Inolvidable como una luna llena y clara.
Ella es un espíritu libre.
Cansado de ser gris. Casado de esperar. Cansado de todo.