Ecos del Desamor
Reflejos de la Pérdida
En el ocaso de un amor marchito,
las sombras danzan en la penumbra,
y el eco de susurros, un grito,
se ahoga en la tristeza que deslumbra.
Las promesas, dulces como el vino,
se tornan amargas en la memoria,
y el tiempo, cruel arquitecto divino,
rompe los lazos, ahoga la historia.
Caminos paralelos, nunca cruzados,
la ausencia pesa como un plomo,
y en cada paso, recuerdos cargados,
la risa se quiebra, se vuelve lomo.
El amor, un fuego que se ha apagado,
quema en el pecho un dolor profundo,
y en el silencio, el corazón cansado,
se aferra a esperanzas de un mundo fecundo.
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