Oh, dulce niñez, tiempo de inocencia
De sonrisas y juegos al sol
De aventuras en mundos imaginarios
Y de risas que brotan como un arroyo.
Oh, brillante juventud, tiempo de vigor
De sueños y ambiciones sin límites
De amores que florecen como rosas en primavera
Y de pasión que arde como un fuego.
¿Qué belleza hay en la niñez y la juventud?
En sus ojos llenos de asombro y deleite
En sus mejillas sonrosadas y sus labios entreabiertos
En sus corazones llenos de amor y de luz.
Porque la niñez es el sueño del que nacemos
Y la juventud es el vuelo del que partimos
Hacía horizontes desconocidos y aventuras nuevas
Con la fuerza de la esperanza en nuestras venas.
Así que cantemos a la niñez y la juventud
A su pureza y su candor sin igual
A su alegría y su energía contagiosa
A su ilusión y su poder transformador.
Cantemos a la niñez y la juventud
Que son el comienzo de la vida y su promesa
Y aunque el tiempo nos robe su dulzura
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