Me duermo escuchando tus mensajes, mientras otras manos te abrazaran.
Me duermo escuchando tus mensajes, aunque otros labios amaran.
Por mucho tiempo que pase escribiré para ti, es la única forma de amarte que me queda.
La noche, crisálida de sombras, manto denso, no es el lecho final, la renuncia al lienzo. Es pausa, sí, silencio que precede al alba, donde...
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