Me agrada escribir para ella, aunque jamás lo leerá.
Es complicado llegar a un corazón del que no tienes la llave.
Prefiero escribirle en silencio que perderla para siempre.
Prefiero un amor platónico que un mar de lágrimas.
La noche, crisálida de sombras, manto denso, no es el lecho final, la renuncia al lienzo. Es pausa, sí, silencio que precede al alba, donde...
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