Déjame seducirte.
Déjame atraparte.
Déjame recorrerte de modo pertinaz.
Déjame quererte como si no hubiera mañana.
Déjame fundirme en ti.
Déjame amarte de nuevo por toda la eternidad.
Tu mirada es paz, refugio de mis tormentas, hogar sin final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.