Me gusta recordarte, aunque no estés.
Me gusta escribirte, aunque tu mundo y el mío sean planetas distantes.
Me pregunto si alguna vez mi corazón hallara la paz que tanto
ansia.
Me pregunto si alguna vez tu recuerdo dejara de acecharme de
modo sempiterno.
Me gusta escribirte, aunque no estés.
Me pregunto si alguna vez conoceré la verdadera cara del
amor.
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