Mi confesión de nada sirvió.
Mi declaración de amor de nada valió.
Mis palabras no franquearon tu corazón.
Me quede gélido como el mármol.
Tu indiferencia fue el cruel castigo del destino.
Mi amor jamás tu corazón reblandeció.
Manos de ternura, tejen consuelo y amor, luz de mi camino.
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