No me hieren tus silencios.
No lloro tus ausencias.
Me encanta la fuerza de su mirada.
El mar de sus ojos me atrapa.
La isla de su cuerpo habita mis noches.
Los sueños llevan su nombre.
Nada más dulce que su esencia.
Es dulce perderse en ella.
Las noches se hicieron para amarla hasta el alba.
La distancia es enorme.
Inspira mis dulces y sentidas palabras.
Es un sueño con nombre de mujer.
El cansancio lo devoró.