Los días son dulces.
Su recuerdo es una luz en tanta oscuridad.
Misteriosa.
Inspiradora. Tentadora así es ella. Solo sé su nombre. Día a día se cuela en mi corazón.
Solo puedo regalarle algún requiebro.
Un cumplido a tiempo.
Una palabra de aliento.
Su sonrisa alegra mis días, aunque ella jamás lo sabrá.
La isla de su cuerpo es un puerto en el que anidar.
La distancia es tan grande como el mar de sus ojos.
Las heridas nunca se olvidan.