El amor no se mendiga.
El cariño no se suplica.
Se vive en silencio.
El amor ya no mueve el mundo.
El amor no se mendiga.
El cariño no se suplica.
Se vive en silencio.
El amor ya no mueve el mundo.
Llegará la noche y te abrazaré.
Todo será más sencillo.
Solo el alba nos separará.
Te amararé en silencio.
Te adoraré como un sueño eterno.
El sueño me devolverá la sonrisa que el tiempo y las despedidas robaron.
No recuerdo nada salvo su mirada.
No queda más que el dulce recuerdo de unos días en los que todo era cercano.
El tiempo nos convirtió en extraños, con pequeños recuerdos que el tiempo borrara.
Me quedo con el azul de sus ojos.
Me refugio en su sonrisa.
Es mejor que navegar entre oscuridad y silencio.
El azul de sus ojos es mi, mar favorito.
La magia de su sonrisa, un motivo de inspiración.
Las canciones que me recuerdan a ella siguen en mi memoria.
Aunque no este a mi lado, habita en mi corazón e ilumina mis días llenándolos de dulces recuerdos.
Su nombre está grabado en mi corazón.
Sobre la cama del hospital, las agujas están en su espalda una vez más.
Su mente vuela a otro lugar.
Las lágrimas pueblan su rostro.
Su sonrisa voló lejos de su alma.
El tiempo en la camilla discurre lentamente.
Las noches de lágrima viva ya duran demasiado.
El cansancio lo devoró.