No tengo fuerzas para odiar a nadie.
Mi cerrazón sigue siendo una playa desierta.
Las lágrimas pueden llenar el mar.
Los silencios quemar.
Pero nada impide amar en silencio.
No te quedes si vas a hacer daño.
Le hablaré a la luna de ti.
Les diré a las estrellas que prefiero escribirte, aunque no lo sepas.
Siempre ansío tener buena suerte.