Los relojes son implacables.
El paso del tiempo es imparable.
Los amores se enfrían.
Los recuerdos se amontonan.
La belleza caduca.
Solo queda el fuego del corazón.
Los relojes son implacables.
El paso del tiempo es imparable.
Los amores se enfrían.
Los recuerdos se amontonan.
La belleza caduca.
Solo queda el fuego del corazón.
Hay soledades escogidas.
Hay soledades no buscadas.
Desamores con nombres y apellidos.
Amores con fecha de caducidad.
Tu mirada inspira mis palabras.
Tus ojos son el mar de mi calma.
Tu voz calma mis tormentas.
Las noches son frías.
Las mañanas son críticas.
La soledad acecha.
Las palabras vuelven a mí.
La inspiración lleva tu nombre.
La esencia de tu mirada se quedó clavada en mi memoria.
Tu sonrisa preside mis sueños.
El tiempo te convirtió en inspiración.
No conozco nada de ti, ni siquiera tu nombre.
No fue el niño que quiso.