No quiero vivir de recuerdos.
Prefiero olvidar.
Amar distancia, no es amar es remar contra
corriente en un mar lleno de oleaje incontrolable.
Me gusta perder el tiempo mirándote.
Me gusta navegar en el mar de tus ojos.
La rosa de tus labios guiará mi camino.
Nuestras manos se buscarán.
Nuestras manos hablarán por nosotros.
Lo demás importa poco.
El silencio nos unirá.
Nuestras manos dicen en silencio una vez más que no nos dejaremos de amar nunca.
Nuestras manos hablarán por nosotros.
No quiero que seas un amor lejano.
No quiero que seas un amor con fecha de caducidad.
Siempre, odie los amores pasajeros.
Solo sé tu nombre.
Ignoro lo que vives y amas.
Te llevo en mis palabras.
Vives clavada en mi mente.
Eres un dulce motivo de inspiración.
Navego en el mar de tus ojos.
Me pierdo en tu sonrisa.
Escribo pensando en ti.
Es fácil sonreír así.
Me enamoré de su sonrisa.
Solo supe su nombre.
Hoy es un dulce recuerdo.
Las cartas no llegaron.
Las canciones me recuerdan a ella.
Los besos se quedaron en un cajón.
Los recuerdos se amontonan en un polvoriento baúl.
Hoy como ayer vives en mí.
Dulce recuerdo.
Reina de mis sueños.
Mañana amaneceré sin ti.
Lejos de todo.
El silencio inunda la casa.
Las palabras son su único asidero.
El amor vive en un papel.
Su sonrisa inspira dulces palabras.
Voló alto.
Las estrellas saben cuánto la quise.
La magia de sus ojos.
Me enamora cada día.
Escribo con su nombre.
El mar de sus ojos me inunda.
La flor de tu boca provoca mi sonrisa.
La inspiración vive en ti.
El tiempo paso fugaz.
El silencio devoró sus pensamientos.
El romanticismo quedó para palabras en un papel.
Los besos quedaron en un cajón.
Las cartas amarillas sin respuesta siguen ahí.
El primer abrazo nunca llegó.
El primer amor quedó suspendido en el tiempo.
El primer beso jamás conoció.
El tiempo convirtió su corazón en un lugar frío y lleno de andamios, un espacio en permanente reforma.
Las brújulas se rompen.